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Los investigadores que estudian los delfines mulares encontraron poliéster y otros plásticos en todos los animales que analizaron.
Por Hiroko Tabuchi – New York Times
30 de octubre de 2024. Los científicos han encontrado contaminación por plásticos en casi todas partes. En las nubes. En el Everest. En la nieve del Ártico.
Ahora, por primera vez, se han detectado diminutas partículas de plástico en el aliento de los delfines.
Los resultados, publicados en la revista arbitrada PLOS One, señalan la ubicuidad de los residuos plásticos en el medio ambiente. Cada año, casi 2 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos del mundo.
El plástico también flota en el aire, y el nuevo estudio sugiere que la inhalación puede ser una forma importante en que los delfines y otros mamíferos marinos están expuestos a diminutas partículas de plástico, llamadas microplásticos. Estas partículas, que se forman cuando el plástico se descompone, se han relacionado con la inflamación y el daño celular, y pueden contener sustancias químicas nocivas.
Los científicos determinan que la contaminación por plásticos llega hasta el aire que respiramos
“Esto pone de manifiesto lo contaminante que es el plástico”, dijo Leslie B. Hart, codirectora del Centro de Salud Costera Ambiental y Humana del College of Charleston, en Carolina del Sur, quien dirigió la investigación. “Tenemos plástico por todas partes. Realmente no hay ningún lugar seguro para alejarse de él”.
Se sabe que otros animales respiran plásticos, aunque las investigaciones siguen siendo escasas. El año pasado, científicos japoneses detectaron microplásticos en los pulmones de aves salvajes. Y los investigadores han calculado que las personas pueden inhalar o ingerir más de 100.000 partículas microplásticas al año procedentes de los alimentos y el agua que consumen, y del aire que respiran.
Pero los delfines se han convertido en un tema habitual de la investigación sobre la contaminación porque se encuentran en todo el mundo, incluso en zonas costeras muy pobladas. Esto los convierte en indicadores de la exposición a la contaminación y otros riesgos ambientales.
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Para el último estudio, Hart y Miranda K. Dziobak, bioquímica del College of Charleston, recogieron muestras del aliento exhalado de 11 delfines mulares en la bahía de Sarasota, Florida y la bahía de Barataria, Louisiana.
Colaboraron con el programa de investigación sobre delfines del zoológico Brookfield de Chicago, que realiza estudios sobre la salud de los delfines capturados y liberados. Para recoger las muestras de aire, sostuvieron una placa de Petri justo encima del espiráculo de cada delfín mientras exhalaba.
Los investigadores intentaban resolver un misterio
En estudios anteriores, habían detectado ftalatos, sustancias químicas utilizadas en el plástico que se sabe son disruptores endocrinos que pueden dañar la salud humana, en los delfines de la bahía de Sarasota a niveles considerablemente más altos que los encontrados en los seres humanos. La contaminación por plásticos era una posible fuente.
Sus análisis detectaron partículas microplásticas en el aliento de todos los delfines analizados. Las partículas incluían varios tipos de polímeros plásticos, como el tereftalato de polietileno, conocido como PET, así como el poliéster, uno de los polímeros más comunes utilizados en la ropa.
“Cuando lavas la ropa, ésta desprende millones de pequeñas fibras de plástico”, dijo Dziobak. “Y lo complicado con ellas es que son tan pequeñas, tan ligeras, que pueden viajar con mucha facilidad en el agua, en el aire”.
Los delfines quedan expuestos a esas fibras de plástico. “Los delfines respiran en la superficie. Respiran los plásticos transportados por el aire”, dijo Hart. Los investigadores también creen que las partículas de plástico en el agua se dispersan en el aire por las olas, dijo.
Shannon Gowans, profesora de ciencias marinas del Eckerd College de Saint Petersburg, Florida y directora de Dolphin Project, quien no participó en el estudio, calificó los resultados de preocupantes. Dijo que esto ocurría sobre todo después de tormentas extremas como los huracanes que acaban de azotar Florida, que han desbordado las plantas de tratamiento de aguas residuales y han vertido al mar aguas sin tratar.
“El doble golpe de la tormenta fue la gran cantidad de desechos que arrastró la marejada ciclónica o que fueron a parar a los desagües”, dijo. “Ahora todo eso está en los cursos de agua. Vamos a ver un pico de microplásticos en la zona”.
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Los investigadores del College of Charleston dijeron que centrarían su próximo proyecto de investigación en los daños específicos que los microplásticos podrían estar causando en los delfines.
Los delfines aguantan la respiración para perseguir a sus presas bajo el agua y tienen una gran capacidad pulmonar, dijo Hart. “Por ello, pensamos que tal vez absorban dosis más elevadas de microplásticos en el aire que, por ejemplo, un ser humano”, dijo.
¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie para ayudar? Reducir la cantidad de plástico que usamos y desechamos es un buen comienzo, dijo Dziobak. También es buena idea ponerse la ropa una vez más antes de lavarla, o utilizar un ciclo de lavado en frío, porque las fibras de plástico tienden a desprenderse más fácilmente en agua caliente.
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