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Entrevista a Nicolás Pérez, jugador del Club Puertos y la Selección Argentina.
4 de febrero de 2025. A las habilidades para remar, se le suma destreza con pelota y el hecho de pertenecer a un equipo. Esa es la fórmula con la que nace el deporte denominado kayak polo o, como más se lo conoce, k-polo.
Se trata de un deporte náutico dinámico, en el cual se compite por equipos y el objetivo es anotar más goles que el rival en una portería de un metro por metro y medio, elevada dos metros sobre el nivel del agua. Como si fuese una especie de waterpolo o handball, pero en kayaks.
El kayak polo estipuló un reglamento en 1986, dentro de la Federación Internacional de Canotaje (IFC), que marca que la cancha debe estar en aguas tranquilas, ya sean piletas, lagos o lagunas, y debe extenderse por 35 metros de largo y 23 de ancho.
Los equipos se conforman de 5 jugadores por bando, teniendo la posibilidad de 3 cambios ilimitados durante todo el partido, quienes se ubican detrás de cada arco para ingresar en cualquier momento. Al tratarse de un deporte intenso y desgastante, los cambios son constantes.
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Protagonista de primer orden
Nicolás Pérez, oriundo de Escobar, está en el mundo del canotaje desde los 13 años y es uno de los instructores del Club Puertos, además de ser ya uno de los referentes del equipo masculino y parte del seleccionado argentino de k-polo.
Desde su experiencia, define esta actividad como: “una familia, algo más que un simple deporte”. Para el también guardavidas, “una vez que entrás al mundo del kayak polo, te das cuenta de que lo deportivo es una motivación, pero la esencia principal del deporte es ese sentido de pertenencia que se genera’’.
Técnica y valores de equipo
“Es un deporte en equipo y, como en todo deporte de esas características, es importante tenerlo en cuenta, porque todo es mejor en conjunto”, comienza explicando Nicolás sobre el juego en sí, y vuelve a hacer hincapié en esta condición colectiva: “Un equipo con buenas individualidades puede llegar lejos, pero si se trabaja la suma de esas individualidades, se puede llegar aún más lejos y más rápido. El resto es todo cuestión de actitud, compromiso, responsabilidad y disciplina”.
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En cuanto a lo técnico, si bien se trata de una actividad que requiere de una preparación importante, sobre todo en la combinación del remo y manejo de pelota, el instructor revela: “No es necesario tener habilidades específicas para comenzar, ni siquiera saber remar”. Asimismo recalca: “Todo conocimiento se va aprendiendo con tiempo y paciencia” .
Con Info de Revista Lagunas
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