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Desde el sector turístico, hoteleros y guías de pesca deportiva —que sí cumplen normas y traen visitantes de todo el país— reclaman que el Estado provincial a través de recursos naturales intervenga y que la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) deje de estar “en silencio”. “No sabemos qué hace CARU. No hay controles ni campañas. Todo queda en la nada”, señalaron.
3 de Junio de 2025. En las últimas semanas, en Concordia se ha vuelto una postal frecuente ver a pescadores circulando en bicicleta —de dos y tres ruedas— con changuitos cargados de dorados y peces de cuero, que venden a $3.500 el kilo. La mayoría de estas capturas provienen de la zona alta del embalse de Salto Grande, donde, especialmente durante la madrugada, se intensifica la pesca sin control ni regulación.
La crisis social empuja a muchos a salir a pescar para sobrevivir, pero también ha generado un mercado ilegal del que se aprovechan “los vivos de siempre”, que no sólo hurtan peces sino que los acopian y los distribuyen a personas sin recursos, que luego los venden calle por calle en bicicletas por toda la ciudad.
Es urgente que las autoridades competentes enfoquen su accionar en estos horarios críticos, realizando operativos y controles estrictos, especialmente en las zonas cercanas a la represa y el río. Se necesita frenar a los que lucran con la necesidad ajena, en vez de perseguir a los más vulnerables que apenas logran llenar la olla. Los controles son cada vez mas pobres.
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Al mismo tiempo, se pide que no se hostigue ni perjudique a los guías de pesca deportiva, quienes trabajan legalmente, con protocolos y prácticas como la pesca con devolución, y que traen a turistas de todo el país. En algunos casos, incluso, se ha denunciado que estos prestadores fueron atropellados —literalmente o en sentido simbólico— por operativos que no diferencian lo legal de lo ilegal.
Este reclamo también llega hasta los hoteles y complejos donde se hospedan los turistas que eligen Concordia con sus familias, muchos de los cuales combinan visitas a las termas del lago con jornadas de pesca deportiva, fortaleciendo la economía local.
Piden controles en horas clave, más presencia en las zonas calientes del río y que no se hostigue a quienes trabajan dentro de la ley, mientras los verdaderos “vivos” hacen negocio en la total impunidad.
Diauno.ar
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