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La geometría aplicada para evitar dar pasos en falso.
Por Néstor Saavedra
28 de abril de 2025. Internet es una fuente muy rica de información, formación y entretenimiento: los tres objetivos de la comunicación. Sin embargo debemos considerar cuál es nuestro objetivo al utilizar esta herramienta y ser críticos a la hora de la elección. Con estas dos pautas en mente, quien desee iniciarse en la pesca deportiva, sea o no a través de las redes sociales, no puede perder de vista un eje fundamental para evitar pasos en falso: el triángulo de la pesca
Esta pirámide en forma de triángulo equilátero lleva una pregunta en cada vértice: qué quiero pescar, dónde (y cuándo) quiero hacerlo, y cómo. Son tres preguntas muy sencillas que, si las tenemos en cuenta, pueden ahorrar muchos pasos en falso.
Se puede entrar al pasatiempo por cualquiera de estas tres puertas (son todas iguales), aunque la tercera suele ser mucho más sencilla de definir (el cómo). ¿Por qué este ejercicio mental? Porque la pesca es un deporte sumamente variado. No es lo mismo un río correntoso de aguas frías que una laguna quieta de aguas calientes; un lago en pleno invierno o pleno verano; un señuelo de 12 centímetros con paleta larga que un anzuelo pequeñísimo encarnado con una lombriz milimétrica. Y así casi hasta el infinito.
Una vez decidido el ingreso al Triángulo de la pesca será mucho más fácil elegir un sitio web o una red social para comenzar a desentrañar los primeros misterios. De lo contrario, el aporte de Internet será distractivo, pero no didáctico.
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Ayudas según el vértice
Suponiendo que la primera decisión gira en torno a qué pez ir a buscar, entonces lo primero será aprender más sobre él antes de procurar su captura. El conocimiento biológico de una futura presa es fundamental para definir los otros vértices: dónde y cómo lo vas a pescar.
En Internet se encuentra mucha información de nuestros peces: la habilidad consiste en no caer en sitios donde la información biológica sea tan erudita que nos resulte aburrida e inentendible, pero tampoco en dominios donde cualquier improvisado, gratuitamente, exprese información basada solo en la experiencia personal, que es muy útil acompañada de la investigación, o en suposiciones o tradiciones orales. Ejemplos de esto último hay muchos: son los mitos de la pesca deportiva.
Pero si en lugar de decidir primero esa presa deseada, se define el lugar de una primera o próxima salida, también es necesario nutrirse de información. Pero esos datos deben contemplar también si se debe viajar hasta un determinado destino previo, las distancias, transporte o forma de llegar, alojamiento, gastronomía, otras diversiones (si vas con amigos o familiares que no pescan), recarga de combustible (si vas con tu vehículo), etc.
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Esto se torna mucho más importante, si la salida fuera en el exterior, ya que hay que sumar temas como el cambio de moneda o formas de pago usadas en el lugar, pasaporte o visado, vacunas, estado del tiempo (para saber cuál es la indumentaria adecuada). Es decir, tachar todas las dudas que puedan terminar en complicaciones sobre la hora y tras las fronteras.
Lo que tampoco hay que perder de vista al abrir el vértice del dónde, es el calendario. Argentina, Brasil y muchos otros países tienen una ubicación que determinan la presencia de muchos climas. Por lo tanto, no es lo mismo ir a pescar a Patagonia en julio que en enero; al norte de Manaos (Brasil) en septiembre que en marzo; o a una laguna bonaerense en verano que en invierno. El cuándo está íntimamente ligado con el dónde y es necesario definirlos juntos para no frustrarse, mucho más, en las primeras salidas.
En estos temas hay abundante información, y un dato a tener en cuenta es buscar en organismos estatales de las propias ciudades o regiones pesqueras, y también en agencias y particulares de buena reputación que organizan salidas de pesca internacionales. Fundamental: no quedarse nunca con una sola opinión y prestar atención a los comentarios de otras personas; exactamente lo mismo que antes de elegir un restaurante, un hotel o cualquier otro servicio o producto.
Lo mismo vale si la salida de pesca será con un guía, decisión muy recomendable para iniciarse, especialmente para aprender y ahorrar tiempo de búsqueda de peces. Nunca dejar de pedir recomendaciones, mirar sus redes sociales (si tiene) y contactarlo con tiempo, porque los mejores son los que suelen tener las agendas más llenas.
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Por último, al elegir la modalidad de inicio, se estará acotando mucho el campo de las salidas de pesca. La elección suele variar sustancialmente, como entre el fly y el trolling, o entre la pesca con carnada natural y el baitcast, o la pesca con tres boyas y la pesca a fondo. Este vértice tal vez sea el más exigente, porque aunque no se puede modificar la forma de comer de un dorado ni su preferencia por las aguas de tal o cual río; sí se disfruta mucho más al perfeccionar la técnica elegida para pescarlo.
Internet, como para todo, es una fuente enorme pero muy desordenada y dispersa. Se puede aprender sistemáticamente a pescar tomando cursos, pero siempre la mejor opción es la presencial: un buen grupo de amigos que sepan de ese Triángulo especial y salir con ellos a probar “en el lugar de los hechos”.
Después de todo, luego de leer un manual, oír un podcast o ver un video, la palabra final del aprendizaje estará en el agua. Nada es tan didáctico como estar pescando, aunque los más preparados, claro, siempre sacan ventaja.
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