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El incremento de la práctica de actividades físicas y deportes y los riesgos de lesiones.
Por el Lic. Héctor A. Cirigliano (*) para Revista Aire Libre
En la práctica de deportes no son muy frecuentes las lesiones en cabeza y cuello, (alrededor de un 4% entre ambas regiones), pero cuando suceden se les debe prestar mucha atención por los daños que pueden ocasionar, incluso poniendo en peligro la vida del deportista. Las que se producen en los deportes de alto riego son las más graves, pero también se producen lesiones de menor importancia en otros deportes, como heridas cortantes, contusiones, pérdida de piezas dentarias, contracturas cervicales, etc.
Comenzaremos con las lesiones de mayor gravedad y que requieren rápida atención médica, para no poner en riesgo la vida del accidentado y evitar secuelas que muchas veces se producen por el mal manejo del paciente.
Lesiones de cabeza
Traumatismo de cráneo
Se producen en deportes como el automovilismo, motociclismo, gimnasia deportiva, choque de cabezas en fútbol, sin olvidar los traumatismos continuos que se producen en el boxeo.
Los traumatismos pueden ser acompañados de fractura o solamente se produce conmoción cerebral. Lo importante para el médico tratante es comprobar si existe lesión encefálica, que puede presentarse aún sin fractura, por un mecanismo de contragolpe. Cuando se produce hemorragia y edema tardío el pronóstico es muy grave, por la compresión cerebral que puede llevar a la muerte del deportista.
Las lesiones neurológicas que se producen por un traumatismo de cráneo pueden ser agudas o crónicas. Si son agudas, con hemorragia intradural son mortales o irreparables. Cuando la hemorragia es extradural, o sea, entre las meninges que recubren al cerebro y la pared ósea, permiten una acción quirúrgica rápida para evacuar el hematoma que comprime a la masa encefálica y se obtiene buenos resultados.
En todos los casos se debe recurrir con urgencia a un centro médico para realizar los estudios de imágenes necesarios a fin de detectar fracturas o hemorragias intracraneales. El manejo del paciente debe ser cuidadoso y se debe actuar con rapidez porque cada minuto de demora pone en riesgo la vida del accidentado.
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Fractura del hueso malar
Es el que forma la parte inferior de la órbita. Se produce un gran hematoma que en ciertos casos oculta la fractura. Cuando se produce el hundimiento del hueso se debe reducir en forma cruenta, bajo anestesia general, palanqueando al hueso para restituirlo a su posición correcta. Cuando el hundimiento no es muy marcado cura sin necesidad de cirugía. La fractura se produce por un impacto directo en deportes como el fútbol, básquet, hockey, boxeo, etc.
Fractura del maxilar inferior
Se puede dar en el ángulo, el cuello o la rama horizontal. Luego de diagnosticada la fractura, el tratamiento adecuado por el especialista permite la recuperación sin secuelas. El mayor problema es la alimentación, que debe ser en forma de papilla semilíquida por la imposibilidad de masticar hasta que la fractura se consolide.
Fractura de los huesos de la nariz
El mecanismo de producción es por golpes frontales o laterales. Son prácticamente inevitables en el boxeo. También se describe la “nariz de hockey” por los golpes con la pelota o el palo. Provocan insuficiencia respiratoria por el hematoma y la abundante hemorragia, por lo que se debe proceder en forma rápida para detener el sangrado y restablecer la correcta entrada de aire.
Lesiones del oído
Oído externo: son lesiones típicas del boxeo y también del rugby. La sangre se deposita entre la piel y el cartílago y es muy difícil de evacuar cuando se produce fibrosis. La secuela que deja el otohematoma se denomina “oreja de coliflor”.
Oído medio: las lesiones más frecuentes son las infecciones y la ruptura de la membrana timpánica en la caza submarina, la natación y los saltos ornamentales. Cuando se rompe el tímpano se debe evitar la infección y no sonarse la nariz con fuerza por un mes. Tiende a repararse espontáneamente, bajo la vigilancia del médico especialista.
Oído interno: puede lesionarse el laberinto por una fractura en la base del cráneo o un golpe directo en la región temporal. Los síntomas que produce son vómitos, mareos y sordera. Debe ser tratado por el neurólogo.
Lesiones oculares
Pueden ser aquellas que no afectan directamente al globo ocular como las equimosis y las hemorragias retrooculares. Las que afectan al globo ocular pueden producir desprendimiento de retina, conjuntivitis, hemorragias, cuerpos extraños heridas de córnea y las más raras, ruptura o perforación del globo ocular.
Del mismo autor: Introducción a las Lesiones en el Deporte
Heridas cortantes
Son más frecuentes y pueden producirse en muchos deportes de contacto, como un golpe con la cabeza, con una bocha de hockey, un codazo etc. En estos casos se debe desinfectar bien la herida y detener la hemorragia. Si la herida es en la cara, muchas veces debe ser tratada por el cirujano plástico para evitar cicatrices antiestéticas.
Son muy frecuentes las heridas en el arco superciliar, principalmente en personas con un arco muy desarrollado y se presentan por un golpe de pelota, un codazo, un puñetazo en box, etc. Estas heridas curan rápido y no dejan cicatrices importantes. Algunos boxeadores con arcos superciliares muy importantes se sometieron a cirugía para reducir las protuberancias sobre las órbitas.
Hematomas
Cuando se producen hematomas sin solución de continuidad de la piel lo más conveniente es aplicar hielo varias veces al día, por periodos corto a fin de evitar quemaduras por frío en la piel. También se pueden aplicar cremas con sustancias medicamentosas que ayudan a disolver el hematoma. Es conveniente realizar un control radiográfico porque puede haber un trazo de fractura oculto.
Pérdida de una pieza dentaria
En la mayoría de los deportes riesgosos se utiliza el protector bucal, pero en algunos deportes de contacto, un codazo o un cabezazo puede provocar la pérdida de un diente. En ese caso, se lo debe recuperar, lavarlo y llevarlo al odontólogo para que lo vuelva a reimplantar y lo ligue a otras piezas hasta que se consolide.
Lesiones de cuello
En la práctica deportiva las lesiones del cuello se pueden producir por diferentes mecanismos:
- Lesiones por hiperflexión: la cabeza se desplaza violentamente hacia adelante y por exceso de flexión fractura los cuerpos vertebrales y puede arrancar las apófisis espinosas de las vértebras.
- Lesiones por hiperextensión: en automovilismo, cuando el vehículo es envestido con violencia desde atrás. Pueden fracturarse los cuerpos y los pedículos vertebrales.
- Lesiones por compresión axial: Por una caída directa sobre la cabeza o sobre la región glútea. En el primer caso se produce aplastamiento de las vértebras cervicales, y en el segundo, por la onda de choque se produce la impactación de los primeros cuerpos vertebrales que puede ocasionar la muerte por enclavamiento bulbar.
- Lesiones por flexión-extensión combinada con rotación: en estos casos se producen luxaciones unilaterales.
- Lesiones por latigazo: se producen en los choques a gran velocidad. El raquis se puede luxar temporariamente y retornar a su lugar habitual. Puede producirse una parálisis inmediata por el cizallamiento de la médula.
Todos estos mecanismos violentos sobre el cuello pueden producir diferentes patologías, como acabamos de apreciar, algunas que se recuperan con tratamiento y otras que pueden dejar como secuela una paraplejía o producir la muerte del deportista.
Esguince vertebral
Por una caída o un movimiento violento se puede producir el desplazamiento de una vértebra sobre otra volviendo a su posición habitual. Esto produce una sintomatología muy dolorosa porque se afectan las raíces nerviosas que emergen debajo de cada cuerpo vertebral.
Se debe inmovilizar la región con un cuello ortopédico y luego de unos días comenzar con el tratamiento de rehabilitación.
Fractura vertebral
Es una lesión muy grave debido a la proximidad del conducto medular formado por las carillas vertebrales que protegen a la médula y a las raíces que emergen para formar los diferentes nervios. En caso de cizallamiento medular se produce una paraplejía que afecta a los miembros del accidentado de mayor o menor manera de acuerdo a la altura de la lesión.
Lesiones neurológicas y musculares por mecanismos violentos
Una caída de un caballo, en gimnasia deportiva y deportes más riesgosos como el esquí, los saltos con esquí, el motociclismo y el automovilismo entre otros pueden ocasionar la fractura de un cuerpo vertebral.
Contracturas musculares
Son frecuentes y bastante molestas, afectan principalmente al trapecio superior y medio y a los escalenos, músculos profundos del cuello. Se tratan con fisioterapia, masajes y ejercicios de elongación. En los casos más rebeldes se producen nódulos fibrosíticos, patología denominada fibromialgia. Los nódulos son dolorosos y se palpan bajo la piel. Para lograr su remisión es importante romper el círculo vicioso contactura-dolor-mayor contractura. Para ello es necesario un tratamiento kinésico prolongado con aplicaciones de magnetoterapia, ultrasonidos, masaje profundo, ejercicios suaves de movilización del cuello y elongación del trapecio. En las contracturas cervicales persistentes no debe descartarse un componente como el estrés, la tensión laboral y de la vida diaria en los grandes centros urbanos y el nivel de ansiedad del sujeto.
Como medidas preventivas es preciso utilizar todos los elementos de protección para evitar las lesiones en una región vital como la tratada o hacerlas más leves.
Estos elementos son: cinturones de seguridad adecuados en automovilismo, cascos para proteger el cráneo en motociclismo, ciclismo, etc. Protectores bucales, antiparras, anteojos, etc.
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En fin, tomar conciencia que las medidas preventivas tomadas a tiempo pueden evitar consecuencias desagradables en el deportista y en los casos graves salvar la vida.
Cuando el tratamiento no es el adecuado se suelen producir cicatrices fibrosas, retracciones músculo tendinosas, pérdida de amplitud articular, pérdida de masa muscular etc.
En casos de accidentes graves, que afecten al cráneo, la columna vertebral o algún órgano interno se debe proceder con urgencia. Tener a mano el número telefónico de un servicio de urgencia y proceder con sumo cuidado con el accidentado para no agravar su estado por maniobras mal realizadas tratando de socorrerlo.
Y para finalizar, tomar todos los recaudos necesarios para practicar cualquier deporte con todas las medidas de seguridad a los efectos de evitar cualquier contingencia.
Héctor A. Cirigliano
Lic. en Kinesiología y Fisiatría UBA- MN 14097
Entrenador de Tiro con Arco y Kinesiólogo de Fatarco
Kine41@fibertel.com.ar
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