El incremento de la práctica de actividades físicas y deportes y los riesgos de lesiones.
Por el Lic. Héctor A. Cirigliano (*) para Revista Aire Libre
Cada días más personas de diferentes edades y sexos se exponen a la posibilidad de lesiones, debido a que en muchos casos carecen de preparación previa y no toman los recaudos necesarios. En este artículo nos referiremos en general a las lesiones que se producen en una gran variedad de deportes, tanto sean estos de contacto personal como aquellos en los que no hay contacto. Tendremos en cuenta también la gravedad de las mismas y la frecuencia con que se producen.
Deportes de contacto: las lesiones son por lo general traumatismos agudos, directos o indirectos que se producen por diversas causas según el deporte, como el choque con un oponente, un puntapié, un codazo en la cara, etc. En un apartado especial colocamos a los deportes de alto riesgo para la vida como el automovilismo, el motociclismo, el alpinismo y otros, donde un accidente puede causar la muerte del deportista.
Deportes sin contacto físico: las lesiones son crónicas, de carácter insidioso, que comienzan en forma solapada, con molestias, dolores leves, disminución del ángulo de movimiento en algunas articulaciones y otros factores que van restando capacidad para realizar el gesto deportivo. Se dan en deportes sin contacto como el Tenis, la Arquería, el Tiro, el Golf, etc.
Accidente Deportivo: Es la violencia externa o interna producida por un hecho anormal vinculado con el deporte, causante de un estado patológico. Como lo dice la definición, es un hecho inesperado, fortuito, que produce la lesión en el deportista.
Enfermedad Profesional en el Deporte: También llamada Atlopatía. Es el estado patológico consecutivo a la acción reiterada y lenta de los elementos normales de la actividad deportiva. Por eso se habla de “codo de tenista”, “rodilla de arquero”, “oreja de boxeador”, etc.
Enfermedad accidental: Es el estado patológico imputable a la acción repetida de accidentes deportivos, ya sean violentos o leves, que por adición llevan a un estado patológico. Por ejemplo una artrosis de cadera o rodilla debido a traumatismos sufridos a lo largo de la carrera deportiva.
Quienes trabajamos en el entrenamiento de deportistas y en el tratamiento de las lesiones debemos tener en cuenta una serie de factores que predisponen al atleta a sufrir una lesión de carácter deportivo y cuáles son los deportes con más atletas lesionados.
Del mismo autor: Introducción a las Lesiones en el Deporte
Factores predisponentes:
Fueron tratados en el artículo referido a prevención de lesiones pero los enumeraremos como forma de recordatorio.
- Deficiente calentamiento muscular.
- Mala condición física básica.
- Problemas de técnica.
Además podemos agregar: estado de salud, edad, nivel de stress, factores ambientales, infraestructura, indumentaria, fatiga mental y física, lesiones previas, etc.
Son factores que debemos tener en cuenta al planificar la práctica de un deporte o una salida de fin de semana al aire libre para disfrutar de las actividades programadas evitando riesgos innecesarios.
En cuanto a la frecuencia de los accidentes en diferentes deportes, de un trabajo realizado en Italia se desprenden los siguientes valores:
Tabla de porcentajes de accidentes deportivos en diferentes disciplinas.
- Rugby: 7,80 %
- Lucha: 4,36 %
- Futbol: 3,85%
- Box: 3,13%
- Ciclismo: 2,70%
- Patinaje sobre Ruedas: 2,47%
- Béisbol: 2,22%
- Equitación: 1,47%
- Gimnasia: 1,33%
- Hockey sobre Hielo: 1,27%
- Deportes de Invierno: 1,19%
- Basquétbol: 1,06%
- Esgrima: 0,72%
- Natación y Waterpolo: 0,46 %
- Atletismo: 0,45 %
- Voleibol: 0,30%
- Remo: 0,16%
- Tenis: 0,08%
(Fuente: Traumatología del Deporte- Deffilipis Novoa y Lafrenz)
Del mismo autor: Hidratación y Actividad Física
Otro de los puntos a tener en cuenta es el momento en que se producen la mayoría de los accidentes. Según otro trabajo realizado en Italia la mayor frecuencia de accidentes deportivos se da durante el desarrollo de la competencia, debido a la exigencia máxima y a otros factores como el calentamiento previo deficiente, el sobre entrenamiento y el stress de competencia. Lo siguen los accidentes durante los entrenamientos y por último los que se producen durante las pruebas preliminares o finales.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
Frecuencia de los accidentes según el momento en que se producen.
- Durante la competencia: 75,42%
- Durante el entrenamiento: 22,92%
- Durante pruebas preliminares o finales: 1,66%
(Fuente: Traumatología del Deporte- Deffilipis Novoa y Lafrenz)
Accidentes deportivos:
Los accidentes deportivos son muy variados de acuerdo a la intensidad del deporte que se practique. Algunos de ellos, no muy frecuentes son de urgente tratamiento médico hospitalario, cuando afectan órganos internos cuya lesión puede ser incompatible con la vida. Estos son los traumatismos de cráneo con pérdida de conciencia, el neumotórax por perforación de un pulmón, el estallido del bazo (lo más frecuente) o del hígado y las lesiones vertebrales cervicales, que pueden ocasionar graves problemas neurológicos. Su incidencia es baja pero no deben ser descuidados debido a su gravedad.
Otros accidentes más frecuentes son aquellos que no ponen en riesgo la vida del deportista. Son lesiones de diferentes grados, por lo general en miembros inferiores y superiores y en menor proporción en tórax y cráneo. Dentro de ellos podemos mencionar.
- Traumatismos, contusiones.
- Contracturas musculares, dorsalgias, lumbalgias.
- Distenciones musculares.
- Desgarros y rupturas musculares.
- Tendinitis.
- Esguinces.
- Luxaciones.
- Fracturas.
Generalmente se producen en las extremidades y en las regiones más expuestas de la columna vertebral, como son las vértebras cervicales y las lumbares durante la práctica deportiva. Las vértebras dorsales están más protegidas porque junto a las costillas y el esternón forman una estructura mucho más resistente que protege a los órganos nobles.
Traumatismos y contusiones: son lesiones que pueden afectar cualquier zona corporal. Mientras el trauma no afecte al cráneo o a los órganos torácicos y abdominales no presentan demasiada gravedad. Una contusión sobre un músculo produce un hematoma por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos o el derrame de líquido si es sobre una articulación.
Contracturas musculares: se producen por el acortamiento de un músculo que no retorna a su longitud habitual, muchas veces como mecanismo de defensa para proteger una región. Las más frecuentes son las contracturas cervicales. También pueden producirse en la zona dorsal y lumbar y en las grandes masas musculares de los miembros.
Distensiones musculares: muchas veces por falta de calentamiento o por una acción demasiado violenta algún músculo se distiende. Esto significa que sufre un estiramiento sin llegar al desgarro pero produce dolor y dificultad para el movimiento.
Desgarros y rupturas musculares: los desgarros musculares son de tres grados.
1° grado: solo se cortan algunas fibrillas musculares y se percibe como un pinchazo.
2° grado: se rompe un fascículo muscular entre los numerosos fascículos que forman al músculo.
3° grado: se rompen numerosos fascículos y es muy doloroso. Puede llegar a romperse completamente el vientre muscular.
Tendinitis y sinovitis: son lesiones de carácter inflamatorio de los tendones, que corren dentro de una vaina fibrosa y de las bolsas sinoviales que sirven de almohadilla lubricante a los tendones que se deslizan sobre ellas. El líquido sinovial es una sustancia de consistencia semejante a la clara de huevo, cuya principal función es lubricar a las articulaciones.
Esguinces: se producen por la separación momentánea de una superficie articular que retorna a su posición inicial pero que puede distender o romper uno o más ligamentos que le sirven de unión.
Luxaciones: son consecuencia de la separación de dos superficies articulares en forma permanente, con ruptura de la cápsula articular y los ligamentos. Deben ser reducidas por un profesional y mantenerlas sujetas en su posición hasta su recuperación.
Fracturas: son debidas a la solución de continuidad de una superficie ósea. Pueden ser sin desplazamiento donde solo se ve el trazo de fractura o con desplazamiento de uno o más fragmentos, según la gravedad. Cuando la fractura es expuesta es de mayor gravedad por la contaminación del foco de fractura con el medio ambiente.
Como regla general, ante una lesión leve es necesario detener la práctica deportiva, poner la zona en reposo y en caso de inflamación y dolor colocar hielo durante unos 20 minutos sobre la parte afectada evitando quemaduras por frío en la piel. Si es en un miembro, mantenerlo elevado para permitir el drenaje.
Cuando la lesión es más importante se debe inmovilizar la región y concurrir a un centro médico para realizar ecografía, radiografía o lo que disponga el traumatólogo.
Luego de diagnosticada correctamente la lesión se procede al tratamiento médico kinesiológico para acelerar el periodo de recuperación y lograr que la parte afectada se restituya sin secuelas. Cuando el tratamiento no es el adecuado se suelen producir cicatrices fibrosas, retracciones músculo tendinosas, pérdida de amplitud articular, pérdida de masa muscular etc.
En casos de accidentes graves, que afecten al cráneo, la columna vertebral o algún órgano interno se debe proceder con urgencia. Tener a mano el número telefónico de un servicio de urgencia y proceder con sumo cuidado con el accidentado para no agravar su estado por maniobras mal realizadas tratando de socorrerlo.
Y para finalizar, tomar todos los recaudos necesarios para practicar cualquier deporte con todas las medidas de seguridad a los efectos de evitar cualquier contingencia.
Héctor A. Cirigliano
Lic. en Kinesiología y Fisiatría UBA- MN 14097
Entrenador de Tiro con Arco y Kinesiólogo de Fatarco
Kine41@fibertel.com.ar
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