La actividad de la caza deja en la Isla de Tenerife entre 28 y 30 millones de euros al año.
El sector recupera la captura de la tórtola y la codorniz para esta temporada, que comienza el 6 de agosto – Se producen entre 1 y 3 acciones furtivas a la semana.
La actividad de la caza deja en la Isla entre 28 y 30 millones de euros al año. Así lo asegura el presidente de la Federación de Asociaciones para la Gestión Cinegética de Tenerife, Antonio Porras, quien detalla que esta es la conclusión de un informe realizado por la Asociación Pinolere con la colaboración de cazadores de toda la geografía tinerfeña y dirigida por el Cabildo de Tenerife. “La compra de alimento para los perros, el gasto en instalaciones, la adquisición de vehículos específicos… En definitiva, todo lo que se mueve alrededor de este mundo genera una cantidad significativa de dinero”, apunta Porras, quien añade que, “la caza tiene más importancia en el sector primario de lo que se cree”.
Actualmente hay en la Isla 5.500 cazadores oficiales. Una cifra que se ha ido reduciendo en los últimos años. “Cada año se pierden entre 400 y 500 licencias”, apunta el presidente la Federación. Sin embargo, además de ellos, existe un buen número de cazadores furtivos, tal y como se desprende del dato de sanciones recabadas por los guardias: un total de 150 en el 2015. “Lo que significa que cada semana hay entre una y tres multas de este tipo”, aclara el profesional.
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Desde el sector denuncian que estos cazadores furtivos “hacen mucho daño a la actividad”. “Cuando salen antes de temporada capturan especies pequeñas, aún en desarrollo, y a familias con crías pequeñas”, señala Porras. Las sanciones económicas van desde los 600 a los 1.500 euros. Una cantidad que aumenta cuando el autor se niega a ser identificado. “En este caso, además de la multa, se les inhabilita para obtener la licencia o, en caso de que la tengan, se les retira”, especifica el presidente de la Federación.
La temporada de caza de este año, que comienza el 6 de agosto y finaliza el 30 de octubre, trae como novedad la recuperación de la captura de la tórtola y la codorniz. “Desde hace dos años, no se podía llevar a cabo esta caza por una moratoria del Gobierno de Canarias”, aclara Porras. El cazador explica que, desde el Ejecutivo, mantenían que el número de estas especies había disminuido y, por tanto, prohibían su captura. “Pero estas son aves migratorias y lo más normal es que hayan disminuido en su lugar de origen, las costas de África”, puntualiza el profesional.
Fuente: La Opinión de Tenerife
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