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Fotografiar dentro de una cueva es todo un reto. Las cuevas son uno de los lugares más espectaculares del planeta, pero también cuentan con unas condiciones peculiares que las convierten en toda una aventura para el fotógrafo.
3 de marzo de 2025. Lo primero que hay que tener claro es que una cueva es un lugar oscuro, quizá en la primera parte puedas encontrar alguna entrada de luz, pero básicamente es como fotografiar en un estudio, la luz tenemos que aportarla nosotros.
También hay que tener en cuenta que las paredes son irregulares, la humedad puede ser muy, muy elevada y las piedras pueden resbalar por lo que hay que ir bien equipado.

Consejos para el fotógrafo dentro de una cueva
Lo primero, antes de nada, con y sin cámara es no adentrarse en una cueva solo. Especialmente si no somos expertos. En cualquier caso, aunque lo seamos, lo normal es ir en equipo o al menos acompañado. Si queremos hacer fotografías de cuevas y adentrarnos en ellas, más allá de las visitas turísticas guiadas, es necesario hacer un curso de iniciación a la espeleología.

Llevar ropa de abrigo y guantes para evitar manchar la cámara de polvo y barro. Cuando vayas a utilizar la cámara te los quitás y tendrás las manos limpias en el momento que hacer la fotografía o cambiar el objetivo.
Aunque algunas cuevas están iluminadas, siempre es recomendable llevar una linterna frontal.

La primera vez que visitamos una cueva es más interesante explorarla, conocerla y ver qué posibilidades ofrece. En una segunda visita ya podemos llevar todo el equipo con una idea más clara de qué vamos a necesitar y qué queremos.
Equipo para fotografiar dentro de una cueva
El equipo fotográfico es muy delicado y las condiciones de las cuevas son las menos adecuadas para el equipo por el polvo, la humedad, los golpes en la roca, etc. Es imprescindible llevar la cámara bien protegida ya que como decimos, las paredes son irregulares y podemos darle un golpe sin darnos cuenta al llevarla colgada al cuello.
Si además la cueva se estrecha necesitaremos más cuidado aún. A menudo hay que agacharse o ir a cuatro patas por lo que la mochila en la que vaya la cámara debe ser acolchada y resistente.

El trípode es imprescindible. Al ser un lugar con tan poca luz vamos a necesidad velocidades de obturación muy largas así que necesitamos un trípode si queremos que las fotografías salgan nítidas y no movidas o borrosas.
Los objetivos más utilizados suelen ser gran angulares. Objetivos con un rango que suele ir entre los 15 y los 28, 35 o 48mm dependiendo de la cámara.
El flash es otro elemento imprescindible. Si vas en un equipo espeleológico y la cueva es amplia necesitarás incluso 9 flashes para poder iluminar todo. Utiliza tupperwares de cristal para meter los flashes dentro y sumergirlos en el agua.

Cómo utilizar el flash para fotografiar una cueva
Para fotografiar el interior de una cueva el flash es un elemento imprescindible. Por eso es muy importante saber cómo utilizarlo en estos casos.
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Una de las características en las que tenemos que fijarnos es en su potencia. Cuanta más potencia tenga el flash mayor será su alcance. El alcance de un flash lo indica su número guía.
Para obtenerlo se multiplica la apertura de diafragma por la distancia entre el flash y el objeto a iluminar. Siempre podemos partir con ISO 100 como base.
Un ejemplo: si estamos trabajando con una apertura de diafragma f4 y las paredes están a 5 metros el Número Guía (NG) es 20. Si las paredes estuvieran a 6 metros de distancia saldrían oscuras.

Tanto si llevás equipo de soporte para el flash como si simplemente vas acompañado, intentá sacar el flash de la cámara y que otra persona o soporte lo sostenga.
Alejando el flash de la misma posición de la cámara lograrás imágenes con más relieve, se producirán más sombras y lograrás más profundidad en tus fotografías. En cambio, si utilizás el flash sobre la cámara obtendrás imágenes más planas.
Por último, recordá configurar el balance de blancos en el flash para que parpadee.

¿Qué trípode utilizar para realizar fotografías dentro de una cueva?
Es muy recomendable llevar un trípode resistente. Este es uno de los requisitos clave porque es uno de los imprescindibles.
Escogé un trípode que te permita variar la altura. Dependiendo de dónde coloqués la cámara y las estalagmitas y estalagmitas que haya quizás prefieras poner el trípode a ras de suelo en lugar de al nivel de los ojos.

Cómo preparar la cámara para hacer fotografías dentro de una cueva
- Bajá el ISO: Cuanto más bajes el ISO más reducirás el ruido en tus fotografías. A veces 100 es imposible, pero intentá no subir de 400/500.
- Utilizá exposiciones largas para fotos interiores: Si estás cerca de la entrada y tenés aún luz ambiente podés aumentar el tiempo de exposición del sensor a la luz para lograr mejores fotografías. No tendrás el mismo problema si la iluminación solamente la planteas hacer con los flashes, con apoyo de linternas como fuente de iluminación principal.
- Diafragma: Para realizar fotografías dentro de una cueva podés empezar por utilizar los pasos entre f/8 y f/11 e ir ajustando en función de tus necesidades.
- Configurá la cámara en modo BULB (B): Esta opción te permite tener el obturador abierto mientras apretamos el disparador. Así podremos crear fotografías más trabajadas mostrando las texturas de las rocas y creando ambiente.
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Esto último nos lleva al siguiente paso:
- Utilizá la función de disparador remoto o disparador automático para evitar las vibraciones: El simple hecho de dar al botón disparador generará una vibración. Evitalo utilizando un disparador remoto. Además, debido a la humedad de las cuevas, suele ser conveniente apartarse de la cámara para evitar que el vaho que producimos afecte a la fotografía.

Finalmente, en una cueva es difícil que la cámara enfoque justo donde quieres, especialmente si los sujetos están lejos, más aún con un gran angular. Para asegurarte de que tu fotografía está enfocada lo más fácil es enfocar al infinito y luego ir retrocediendo poco a poco.
Encuadrá, buscá tu estrategia y desarrollá tu creatividad
Dependiendo de cómo sea la cueva, tendrás unas posibilidades u otras, así que lo primero es pensar en el encuadre.
Una vez decidido, podés colocar al modelo si es que lo va a haber, normalmente alguno de tus acompañantes y seguidamente toca iluminar. Colocar estratégicamente los flashes para iluminar la escena y al modelo entre las rocas y el terreno.
Podés iluminar al modelo con una luz directa, o bien dibujar la silueta en la sombra, crear contraluces, o combinar varias técnicas para lograr los resultados más creativos.
Si vas con más gente y van a sujetar los flashes igualmente tenés que decidir a qué distancia los colocás.
A veces es más fácil dividir el espacio en zonas o cuadrantes para asegurarte de que todo queda iluminado, igual que si fuera un plató de televisión.
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