Los abogados argumentan que debería tener los mismos derechos que los humanos.
Happy, el elefante, al contrario de su nombre alegre, está detenido “ilegalmente” por el zoológico del Bronx y debe ser liberado, según el equipo legal auto-designado del paquidermo.
El instigador del caso, un grupo de defensores de los derechos de los animales, espera un avance legal que eleve el estado de los elefantes, a lo que el grupo llama “criaturas extraordinariamente complejas” similares a los humanos que deberían tener el derecho fundamental a la libertad.
El lunes pasado, la corte suprema del Bronx fue la última etapa en lo que ha sido una búsqueda quijotesca de la personalidad animal por el Proyecto de Derechos No Humanos. Steven Wise, el fundador y abogado principal del grupo, ha liderado casos similares como el de que los perros también puedan ser considerados “personas jurídicas”, o para conferir personería a un par de chimpancés y ahora a Happy, el elefante del Bronx.
Wise no ha tenido éxito en el caso de los chimpancés, ya que en 2017, un tribunal de apelaciones de Nueva York dictaminó que Kiko y Tommy, que llevaban 30 años en cautiverio en el estado, no podían ser considerados personas para invocar el hábeas corpus, o sea el “derecho a evitar la detención ilegal”.
Un juez dictaminó que si bien los chimpancés comparten muchas características fundamentales de los humanos, sería difícil hacer que cualquier simio rinda cuentas de su personalidad al arrestarlo y procesarlo por un delito. Un nuevo golpe a Wise se produjo en agosto, cuando un tribunal de Connecticut decidió de manera similar que tres elefantes, Beulah, Minnie y Karen, no podían ser considerados personas.
Sin inmutarse, Wise ahora está discutiendo en nombre de Happy, un animal que según los científicos puede reconocerse en un espejo. El elefante de 47 años ha pasado casi toda su vida en el zoológico del Bronx después de ser capturado junto con otros seis elefantes, llamados Sleepy, Grumpy, Sneezy, Doc, Dopey y Bashful, en Tailandia y llevado luego a los Estados Unidos.
Happy y Grumpy convivieron hasta 2002, cuando fueron reubicados en un recinto con otros dos elefantes: Maxine y Patty. Este arreglo se volvió triste cuando Maxine y Patty atacaron fatalmente a Grumpy. Happy nunca ha podido vivir contento con el dúo, pese a un reciente intento de reconciliación que terminó mal.
El deseo de Wise de que trasladen a Happy a un santuario mucho más grande en California que tiene otros elefantes fue considerado por la jueza de la Corte Suprema del Bronx, Alison Tuitt quién señaló: “¿No sería eso como una prisión más grande?” “Eso es un poco como decir que la Tierra es una prisión”, respondió Wise.
Durante un largo testimonio, Wise comparó la situación de Happy con la difícil situación de los esclavos en los Estados Unidos, a quienes no se los consideraba completamente humanos. “Ella es un elefante deprimido”, dijo Wise de Happy, “Ella está siendo perjudicada todos los días”.
La Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS, por sus siglas en inglés), que dirige el Zoológico del Bronx, rechazó firmemente cualquier noción de que Happy esté angustiado o maltratado. Jim Breheny, el director del zoológico, calificó la demanda de “ridícula” y dijo que el Proyecto de Derechos No Humanos está “explotando a los elefantes del Zoológico del Bronx para promover su propia causa”.
WCS dijo que Happy no se mantiene aislada dado que tiene contacto táctil con Patty a través de una barrera, para asegurarse de que ninguno de los elefantes resulte herido.
El caso de Happy continuará el próximo mes de enero.
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