Poniéndole luz a la Dirección de Tiro.
Entrevista de Carlos Nesci, exclusiva para Revista Aire Libre.
Quienes practican tiro saben de la existencia de esta sección de la institución y la suponen importante pero no conocen en detalle los alcances de su gestión. Para averiguarlo, entrevistamos a Eugenio Héctor Faetani Gianoglio, Director de Tiro del Tiro Federal Argentino de Bs. As.,quien nos recibe muy cordialmente y al poco tiempo de iniciar la charla y compartir un café, nos cuenta que si bien nació un 9 de julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de los 8 años se crió en el campo. Pasó de su colegio religioso de la Capital a una escuela de chacareros en Alberti, provincia de Bs. As, ya que su familia se dedicaba a la construcción y en la década del ´70 tenían mucho trabajo de restauración de estancias antiguas, por lo que su padre – cansado de viajar – decidió instalarse en la zona. Así fue como terminó viviendo en la estancia San José del Socorro hasta su adolescencia, donde con 2 años en la escuela de agronomía local, la familia decidió volver a Buenos Aires para que concluyera aquí sus estudios. Esta descripción viene a cuento de que se nota en él esa actitud abierta y afable del hombre de campo, rasgo de su personalidad que hace más fácil y ameno el reportaje, al que se presta sin reparo alguno.
Muchos de los socios del club conocen a la Dirección de Tiro solo por el sello y la firma al pie de un reglamento o de un comunicado. Nos interesa saber y contar cuáles son sus funciones y responsabilidades.
Tal como lo expresa el art. 35 del Estatuto, el Director de Tiro es el responsable de todo el personal de tiro. El custodio de los reglamentos, los resultados de las competencias y el stock de municiones. Es el presidente de la Comisión de Tiro, lo cual pone bajo su órbita a todos los vocales, titulares y suplentes, con quienes debe interactuar grupal e individualmente. Pero, además – y eso no figura en el Estatuto – es el presidente de la comisión de Mantenimiento. Tarea compleja dentro de un club cuya actividad requiere mucha atención al tema y que además, por ser tan antiguo y declarado Monumento Histórico Nacional, demanda también la reposición de ciertos elementos originales de difícil y costosa consecución. Todo esto hace que haya un ejército de gente trabajando para que cuando llegue el fin de semana, el socio pueda utilizar la totalidad de las instalaciones sin que ningún lugar se encuentre clausurado. Si bien, tal como lo aclaré, no forma parte de la descripción de funciones del cargo – como tampoco lo es la función de compras – en épocas de concentración de tareas, si la comisión lo propone y uno lo acepta, se integra a la jurisdicción de esta Dirección. Es un trabajo muy demandante en cantidad de tiempo y a la vez estresante, ya que en edificios antiguos como este, siempre ocurren imprevistos.
Es importante destacar que dentro de compras y negociaciones le asignamos mucho tiempo al rubro municiones, pues debemos evaluar tanto necesidades de la institución como la relación costo/calidad de los distintas marcas, para que sin dejar de estar cerca de las aspiraciones de los tiradores más exigentes, podamos ofrecer en ventanilla un producto más accesible para la mayoría de los tiradores. Por último, también damos una mano en la gestión de algunos contratos de las concesiones del club en conjunto con otras comisiones y la Junta Directiva.
Seguramente muchos se van a sorprender por la cantidad e intensidad de las tareas y responsabilidades.
¿Volviendo a vos…cómo te vinculaste con el tiro?
Mi familia es piamontesa, mi madre y mis abuelos provienen del norte de Italia con una gran tradición cazadora y siempre se acostumbró llevar a los chicos al campo desde muy pequeños. Un ritual que ha pasado de generación en generación. Acompañábamos a nuestros padres en las excursiones de caza, bajo el atento cuidado de nuestros tíos. Por supuesto que al principio sólo mirábamos y luego ayudábamos con las tareas menores, hasta que alcanzábamos la edad y experiencia suficiente como para iniciarnos en la práctica activa. Mi infancia en el campo fue muy linda, recuerdo que cuando salía de la escuela volvía rápido a casa, alistaba mi caballo y el rifle .22 y me iba a la laguna o al monte. Me iba a jugar…porque así se vive esto en el campo, el tema de las armas está muy arraigado en la cultura rural. Por lo tanto, se me hace cuento que el vínculo tuvo un origen, las armas están conmigo desde que tengo uso de razón.
¿Y cómo llegás a la práctica del tiro deportivo en los polígonos?
Al volver a Buenos Aires y retomar aquí mis estudios, comienzo a incursionar en los polígonos, aunque con cierta reticencia, porque en mi familia se consideraba a la caza como el deporte de las armas. No eran de ir a los polígonos. Todo se hacía en el campo; allí se probaban las armas y calibraban las miras. Yo soy quien inicia el camino por esta delgada línea que existe entre el cazador y el tirador. Viví con mucha intensidad tanto los momentos de atesorar la contada munición que mi padre me daba para cazar, como aquellos en los que he quemado mucha pólvora para poder alcanzar niveles competitivos. Por eso conozco y entiendo estos dos mundos.
¿Bueno, aquí tenés los dos mundos más otra gran cantidad de tareas adicionales; cómo repartís tu tiempo para atenderlas siendo además ad honorem?
En estos tiempos económicamente difíciles uno debe multiplicarse para atender, además de ocupaciones vocacionales y no remuneradas como esta, su propia empresa. No es fácil, hay que quitarle tiempo al resto. En lo concerniente al club, trato de brindarle gran dedicación a todo este conjunto de tareas pero sin desatender el tiro y prestándole particular atención a sus actividades formativas. Cuando asumí, me propuse restructurar todas las escuelas de tiro. Así se planificó y creo que lo estamos logrando. El objetivo es que cada sector tenga su escuela con distintos niveles. El sector Caza Mayor, por ejemplo, tiene una escuela en la que ya se comenzarán a impartir cursos teóricos y prácticos de tiro aplicado a la caza mayor. Acabamos de presentar un plan ante las autoridades de Parques Nacionales que ha sido muy bien visto y que apunta al ejercicio responsable y sustentable de la actividad cinegética. Una ideología similar a la escuela de caza europea, donde hay que demostrar cierto nivel de idoneidad para lograr la habilitación en su práctica. Entiendo que la única forma en que el tiro deportivo y la caza se puedan proyectar en el tiempo es educando. El cazador novel debe recibir información y formación, debe saber sobre conservacionismo. Cazar no es matar, implica una gran responsabilidad y quien la practica tiene que estar a la altura de las circunstancias.
¿Si esta excelente propuesta se hace a nivel de cazadores es de imaginar que hay también proyectos superadores para los tiradores deportivos?
Lo mismo ocurre en el ámbito del tiro deportivo. Aquí tenemos escuelas de iniciación donde los chicos comienzan a tirar a partir de los 7 años. Se hace un trabajo combinado entre los profesores y sus padres para ir orientándolos en la práctica del tiro. El comienzo es con aire comprimido y con el correr del tiempo y la asistencia de los distintos sectores de tiro – porque somos un equipo de trabajo multidisciplinario, integrado por el subdirector de tiro y los vocales – se los va acercando a otras disciplinas para que encuentren aquella en la que puedan desarrollar plenamente toda su potencialidad deportiva. Tenemos chicos que hace algunos años se iniciaron en la escuela con armas de aire comprimido y hoy ya están tirando con escopeta en Pedana Americana o rifle en Tiro Práctico.
La meta es tratar de incorporar la mayor cantidad de tiradores posibles al tiro olímpico. Estamos convencidos que esta institución debe ser el gran semillero de tiradores de alto rendimiento del país. Nuestra Selección Nacional debe tener aquí su gran cantera de integrantes. Conozco muy bien las dificultades económicas que enfrentan con encomiable entereza los clubes del interior para que un tirador juvenil pueda trasladarse a Buenos Aires.
Funcionarios de los clubes y familiares trabajan a destajo para eso – ni mencionar lo que significa hacerlo competir en el extranjero – y sé que la realidad nos pone en esta situación particular que implica también la responsabilidad de hacerlo y hacerlo bien. Mi objetivo personal es terminar esta gestión con un incremento sustancial en la cantidad de tiradores de alto rendimiento representando al TFABA. Hoy hay muchos y muy buenos,no obstante debemos incrementar el número. Tenemos las galerías de tiro con muchísimos más tiradores que cualquier otra institución de tiro del país, está en nosotros la tarea de captarlos, interesarlos y formarlos.
¿Y cómo te formaste vos como tirador?
El primer hecho vinculante al tiro deportivo se produce cuando estoy tirando en el Polígono San Martín y me proponen formar parte de su equipo de competición. Como no sabía muy bien lo que implicaba la propuesta, no le presté ninguna atención y la desestimé. Gran error de mi parte, ya que podría haber ganado conocimiento y experiencia a temprana edad. Recién varios años después tiré por 1ra. vez en una competencia. Era el torneo de la disciplina de tiro de Caza Mayor que se disputaba en todo el país con una concurrencia masiva. Y así se inicia, sin dejar de ser el cazador que siempre fui, mi etapa de tirador deportivo. Aprendiendo de colegas, leyendo sobre el tema y compitiendo. Anduve con mi fusil recorriendo todo el país. Así alcancé un buen número de logros: 5 campeonatos nacionales, 2 campeonatos nacionales de la Federación Argentina de Caza Mayor, 2 maestrías de tiro del TFABA. Llegué a esta institución en el 2004, representé muchos años al Tiro Federal de Luján, donde el Director de Tiro me invitó a tirar y regaló el carnet de socio, lo cual creó una muy grata vinculación con ese club, de cuyo presidente soy muy amigo. Después, tirando fusil militar 3 posiciones, representé a la Sociedad Italiana de Tiro al Segno, también tuve actuación en un club de caza y conservacionismo de Hurlingham y estuve 2 años en el polígono de Campo de Mayo, cuando era abierto. Toda esta actividad hizo que conociera al tiro deportivo en sus diferentes aspectos. Aquí comencé ayudando a distintos vocales de algunos sectores y ocupando luego la titularidad de la vocalía en el Sector Caza Mayor, lo que me permitió actuar en la Junta Directiva por cuatro años consecutivos y terminar hoy, a mis 54 años, dedicado a esta función.
¿En escopeta también tenemos tiradores de buen nivel?
Sí, en escopeta también tenemos muy buenos tiradores que se han destacado en el mundo, aun cuando en lugar de 2.000 platos mensuales deberían tirar 10.000; un desafortunado dato más del cuadro descripto. Quizá esto cambie el día que ganemos una medalla olímpica. Ojalá, en el futuro, nuestro país pueda manejarse con el nivel de profesionalismo de los países que lideran el tiro a nivel mundial, donde el tirador además de tener a su deporte como ocupación de tiempo completo y recibir una compensación salarial por ello, cuenta con el apoyo de sponsors que financian los gastos que demandan su entrenamiento y participación en competencias. En nuestro país este deporte es amateur o sea, una actividad secundaria para nuestros tiradores que además deben soportar la presión de nuestra sociedad que los mira con cierto reparo – cosa que ocurre a nivel local, no así a nivel mundial – y de una economía que impacta fuertemente en la actividad. Esto hace que le apliquemos menos horas y municiones a la preparación del deportista pero, aun así y teniendo en cuenta todas estas limitaciones, el posicionamiento de nuestro país a nivel regional y mundial es muy bueno.
¿Hemos hablado del gran objetivo con los tiradores de alto rendimiento en disciplinas olímpicas pero qué pasa con el resto de los tiradores de otros sectores?
Por supuesto que por atender a los atletas de alto rendimiento de disciplinas olímpicas, no podemos desatender al resto de los tiradores de los distintos sectores. Hoy tenemos algunos como FBI, una disciplina federada a nivel nacional, con importante actividad tanto en armas cortas como en armas largas – siempre con la misma mecánica de tiro, blancos que se muestran 5 segundos y se ocultan -. Otro sector que viene trabajando muy bien, con competencias masivas, es el de Tiro Práctico. Precisamente, uno de los tiradores de esta especialidad, Martín Ernesto Balbi, logró el año pasado el Campeonato Panamericano.
Y hablando de logros debemos destacar las actuaciones de Ariel Romero en skeet y Christian Dipolitto, quien se ubicó en el 1° puesto en Fusil Bench Rest del Torneo Super Shoot de Ohio, EEUU. Volviendo a los sectores, también se destacan el de Escopeta en Recorrido de Caza y el de FBI, que con sus inquietudes permanentes por innovar, convoca a mucha gente. Nuestro club ofrece un abanico muy grande de posibilidades para el tirador deportivo. Hay sectores, como el de Caza Mayor, que son como una réplica en escala de un completo club de tiro.
Un sábado te podés encontrar con gran cantidad de líneas ocupadas por tiradores disparando desde una carabina .22 hasta un doble .416 o una Thompson Contender. Así como tiradores disfrutando de los distintos blancos móviles o de las siluetas metálicas. Este sector tiene muchos concurrentes con un alto grado de afinidad con el club, son muy sociables. Es común ver grupos conversando animadamente durante y después de los horarios de tiro. No en vano se han hecho famosos los asados de La Aguada, “el quincho” del sector. Creo, sin temor a equivocarme, que este nutrido y consecuente grupo de socios representa el espíritu gregario y de interés común que caracteriza a la esencia de los clubes, una característica que debemos atesorar y fomentar.

Dejamos para el final al gran desafío: la mudanza.
Sí indudablemente lo es, hoy debemos trabajar en el monitoreo de las obras y el alistamiento para el traslado, dentro de un clima afectado por los humores y las nostalgias de los socios. No es nada fácil y a medida que se acerque la fecha el cuadro será muy complejo y seguramente, la tarea más ardua. Supongo que lo mismo habrá pasado cuando se dejó el edificio de Palermo para trasladarse al actual de Núñez. La cuestión es que la mudanza es un hecho y no hay retorno. La cantidad de disciplinas de tiro se mantiene pero, seguramente algunos reglamentos van a cambiar, ajustándose a las nuevas instalaciones. A mí me tocó asumir en julio del año pasado con los perímetros ya definidos al igual que toda la parte edilicia, así como los materiales que se iban a usar en la construcción. Lo que pude hacer, a partir de ese momento, fue trabajar en alguna optimización en el sector de Tiro Práctico y en lo concerniente a la seguridad interna de las distintas canchas de tiro, altura de parabalas, orientación y cantidad de líneas de tiro, entre otros aspectos relacionados al tema.
A lo largo de este año estaremos trabajando junto a la Dirección de Obras del Gobierno de la Ciudad en la revisión del equipamiento y las medidas de seguridad de todas las nuevas instalaciones. Supervisando absolutamente todo pero, reitero, con los espacios ya definidos. Todos los sectores existentes aquí, con mayor o menor superficie, tienen también su lugar en el nuevo predio. Habrá 4 canchas de escopeta, internacionales y multidisciplinarias, tendremos más canchas de Tiro Práctico, en fusil 300 m tendremos menos líneas pero con instalaciones más modernas y blancos electrónicos. Caza Mayor mantendrá su recorrido de caza y sus blancos móviles, las líneas de 50 y 150 m, se ubicarán entre este sector y las de 300 m. Lo que sí será diferente es la ubicación en el plano de las distintas canchas, ya que se optimizó la circulación con el objetivo de generar mayor cercanía entre los sectores y facilitar su mantenimiento.
Seguramente vamos a extrañar los grandes espacios abiertos que separan aquí a los distintos sectores, ya que en la nueva diagramación se favorece mucho a la integración, están previstos salones de usos múltiples y la cercanía jugará un papel importante en la plena utilización de las instalaciones. Creemos también que, como en toda mudanza, se han de generar nuevas amistades intersectoriales. Estamos esperanzados en que esto ocurra y pondremos todo de nuestra parte para crear el clima más propicio y favorecer su desarrollo, porque eso fortalece el sentido de pertenencia al club.
Por último, les informo la fecha de finalización de las obras: las autoridades del Gobierno de la Ciudad estiman que, antes de que concluya el próximo verano, se podrá contar con las nuevas instalaciones. Confiemos en que así sea y trabajemos para que se cumpla.
Con esta última frase repicando en los oídos y un fuerte apretón de manos abandonamos su despacho, entusiasmados ante la convicción de que se vienen cosas buenas y hay gente idónea, bien intencionada y con la energía necesaria para llevarlas a cabo.
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