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Las impactantes imágenes fueron grabadas por un poblador en Estancia El Cóndor.
11 de junio de 2025. El video muestra las dimensiones que tienen las cuadrillas de guanacos en gran parte de la provincia de Santa Cruz, la más poblada de la Argentina por estos camélidos que habitan desde zonas áridas y semiáridas hasta regiones frías y montañosas como la Patagonia, donde la nieve es frecuente en invierno.
A pesar de las duras condiciones, los guanacos tienen varias adaptaciones que les permiten sobrevivir en campos nevados.
Adaptaciones para sobrevivir en la nieve
1. Pelaje grueso y aislante: Su lana es densa y fina, con una doble capa (externa e interna) que les proporciona aislamiento térmico y los protege del frío y del viento.
2. Pezuñas adaptadas al terreno: Tienen patas largas y fuertes con almohadillas plantares que les permiten caminar sobre nieve sin hundirse demasiado, lo que mejora su movilidad en terrenos nevados o helados.
3. Dieta flexible: Son herbívoros generalistas que pueden alimentarse de una amplia variedad de vegetación, incluyendo pastos secos, líquenes, musgos y ramas de arbustos que sobresalen de la nieve.
4. Conservación de energía: Durante los inviernos más duros, reducen su actividad para conservar energía y se agrupan para protegerse del viento y el frío.
5. Buena capacidad de detección de depredadores: Aunque la nieve reduce la cobertura visual, los guanacos tienen excelente visión y se colocan estratégicamente en grupos para vigilar posibles amenazas (como el puma, su principal depredador).
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Comportamiento en ambientes nevados:
Migración altitudinal estacional: En regiones andinas, algunos grupos descienden a zonas más bajas durante el invierno para evitar la acumulación de nieve profunda.
Uso de la memoria ambiental: Reconocen lugares donde la nieve es menos profunda o donde es más probable encontrar alimento (por ejemplo, áreas barridas por el viento o cercanas a cursos de agua).
En resumen, los guanacos combinan adaptaciones físicas, fisiológicas y conductuales para sobrevivir en ambientes nevados, lo que los convierte en uno de los herbívoros más resistentes de la estepa patagónica santacruceña.
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