El boom de las bicicletas.
Paradójicamente, todo comenzó con un encierro obligatorio que derivó en un éxito inesperado. Cómo y por qué la venta de bicicletas y accesorios se triplicó de un año a otro. Todo lo necesario para empezar a pedalear. Por Ignacio Faraj para Revista Aire Libre 46
Según Google Maps, durante la cuarentena el uso de la bicicleta creció nada menos que un 83% a nivel país y un increíble 98% en la Ciudad de Buenos Aires. Puede que en parte sea porque los transportes públicos estuviesen restringidos a trabajadores esenciales, pero sin lugar a dudas lo que más influyó fue la necesidad de la gente de disfrutar del aire libre.
Según fuentes del sector, el año no había comenzado bien, de hecho esperaban vender aun menos que las 600.000 unidades de 2019. Las fábricas y comercios debieron cerrar en marzo y recién volvieron a levantar sus persianas en junio. Esto hace que lo que denominamos “boom”, sea aún mayor, ya que arribado fin de año, el número total supera el millón ochocientas mil unidades; nada menos que el triple que el año anterior. Agosto fue mes de venta récord: desde el Día del Niño de 2012 que no se vendía así.
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En nuestro país funcionan unas 20 fábricas, a las que se suman los productos importados. Sin embargo hoy, los faltantes por demanda se ven en ambos nichos. De hecho, por primera vez en la historia, hay faltante de rodados a nivel mundial. Incluso muchos comerciantes aseguran que hoy por hoy los clientes están comprando más por lo que hay disponible que por lo que realmente desearían.
Por supuesto, la ley de mercado indica que cuando hay escasez y sube la demanda, también lo hacen los precios. Y esta no es la excepción. Por eso hay que estar con ojo atento y recorrer tanto locales como Redes Sociales, para encontrar las mejores opciones.
A la hora de decidirse por una, es fundamental saber cuál es el uso que se le pretende dar. Suele haber dos tipos de usuarios: el práctico que quiere básicamente trasladarse y se inclina por una de acero tradicional, y el que aspira a mayores prestaciones en cuanto a los detalles que hacen al producto final. Entre las principales elecciones están las Mountain Bike que permiten al mismo tiempo la adaptabilidad de uso tanto en ciudad como en la montaña u otros terrenos.
Con respecto a los beneficios para la salud, andar en bicicleta permite un fortalecimiento físico y mental, liberar tensiones, quemar calorías y bajar el colesterol, mejorar la actividad cardíaca, tonificar músculos, fortalecer la zona lumbar, proteger el medio ambiente y, no menos importante, ahorrar dinero.
Los vaivenes del sector
Para Diego Nitzsche de la firma que lleva su apellido y fabrica cuadros de bicicleta y portaequipajes para cicloturismo, el subibaja del país lo marcó desde sus inicios ya que en una primera instancia arrancaron en el año 1989, y luego de un parate largo desde el año 2005, arrancaron de nuevo a partir de mediados de 2019.
“Como Constructores de cuadros de acero y cromoly, el peor momento fue a partir de mediados de los ´90, por el auge del aluminio. A nivel mundial, hace unos 10 años se vio un resurgimiento de los cuadros de acero especiales, debido a actualizaciones en las formas de pensar los diseños y los materiales disponibles. Hoy en día se revalorizó el material a partir de todo esto”, cuenta.
Julio González, de Aspen Bici, fabricantes de bicicletas, no duda: “en este contexto, el peor momento fue cuando tuvimos que cerrar por la pandemia; y al mismo tiempo el mejor, es el actual”.
“Económicamente, no existen los polos de mejor o peor. Vivimos en Argentina y cada nuevo ciclo económico renueva las sorpresas. En cuanto a la cultura de la bicicleta, un invento de 200 años, está más vigente que nunca y sigue creciendo, así que el mejor momento de la bicicleta se renueva constantemente. Para mí, es mañana”, dice entusiasmado Miguel Andrés López, Director de Martín Bikes, Shimano Service Center desde 1992.
Jaime Muszkat es CEO de 10X Srl, que importa y distribuye desde hace 16 años bicicletas y accesorios, y se expresa en la misma línea: “En la industria de las bicicletas, la demanda global ha sido tan grande, que las fábricas no dan abasto para entregar, y eso ha generado un desabastecimiento notorio en las bicicleterias. El boom de la bicicleta durante la pandemia es algo que no se puede ocultar, y lo podemos ver en todas las calles de nuestro país”.
La Coyuntura
Aunque muchos estén pensando que es todo optimismo y hasta puedan planear en montar un comercio sin miedo a que se transforme en lo que fueron los videoclubes o los parripollos, los que más saben del negocio son optimistas pero cautos.
Las bicicletas en las ciudades más saludables del mundo
Miguel Andrés López, de Martín Bikes dice que lo que más les preocupa es el horizonte a mediano plazo ya que tienen una estructura muy grande y atienden directamente al cliente final. Este contexto limita la diversidad de repuestos, de bicicletas, en fin, de opciones para el cliente, y se agrava la situación para el próximo año. Más del 90% de todas las bicicletas que se ven en la calle están compuestas por partes que vienen de afuera del país, hay excepciones como algunas bicicletas artesanales que arman el cuadro en el país, pero con materiales alternativos. Así es que, debido a la escasez de dólares, la restricción a las importaciones, el shock en la demanda mundial, los atrasos en las fábricas de Asia, etc… cada día nos vemos más limitados a ofrecer las respuestas al cliente que nosotros queremos y para las cuales nos hemos preparado hace mucho tiempo.
Diego Nitzsche también dice que la percibe buena pero complicada. Se sumaron temas de índole nacional y de contexto internacional. La pandemia generó un cambio en la forma de transporte y recreación de mucha gente a nivel mundial, esto junto con el año nuevo chino y la inactividad de muchas fábricas generó complicaciones en la provisión de componentes en el caso de las bicis armadas. Por un lado se dispara la demanda de fabricación de cuadros, pero nos es más difícil poder ofrecer el kit para una bici armada.
Por su parte Diego González de Aspen, es más optimista: “Calificamos la coyuntura como muy positiva, creemos que es así porque a pesar de la falta de material se vendieron muchas bicicletas y luego, habrá que repararlas”.
Se dió un fenómeno muy interesante, cuenta Miguel Andrés López, respecto del público consumidor: “Llegaron deportistas desde otros deportes, aquellos que evitan el transporte público, quienes decidieron bajar presupuesto, quienes optaron por atacar el sedentarismo con la bicicleta, etc. Si bien habitualmente hay una afluencia de nuevos ciclistas por estas razones, la pandemia lo potenció y produjo un shock gigante.
Jaime Muszkat, de 10x, coincide en que sin dudas se amplió la base de la pirámide y hay muchísimos nuevos ciclistas que buscan en la bici un pasatiempo o simplemente un medio de transporte alternativo para esquivar al Covid19. “Comenzamos a recibir muchos llamados de clientes que sabíamos que existían, pero que no nos compraban, y también de nuevos emprendedores en búsqueda de proveedores”, cuenta.
Precios y expectativas
Julio González de Aspen, cuenta que el precio promedio es de $65.000 y el modelo que más venden, el rodado 29.
“A partir de mediados de enero los cuadros y horquillas van a variar de los $23.000 a los $30.000 según los materiales (acero hi ten o Cromoly). Además ofrecemos el set completo de portaequipajes delantero y trasero por $5.970, anticipa Diego Nitzsche.
Hay muchos tipos de ciclismo, dice Miguel Andrés López, y la dispersión del precio es muy grande entre extremos. Lo que hay que tener claro es para qué se desea usar la bicicleta. Y como ejemplo menciona una bicicleta estándar genérica, armada con un cuadro argentino de hierro, rodado 26, una playera, en alrededor alrededor de $25.000. Pero también hay bicicletas de competición arriba del millón y medio de pesos.
Desde 10x hacen una salvedad: “Al igual que en los productos de pesca o camping, una carpa o una caña, puede costar desde cifras insignificantes y ofrecerse en bazares o incluso semáforos, o también tener valores inaccesibles para la mayoría de los mortales. Hoy una bici puede salir más barato que cargar la SUBE a lo largo de un año, o más caro que un 0km. Todo depende…”.
Historia de una travesía de mountain bike
Sobre las expectativas de que la tendencia se mantenga a lo largo del tiempo, si bien todos los consultados son optimistas, conocedores del mercado, algunos ponen sus reparos.
“El uso de la bici es cada vez más fuerte en las ciudades de todo el mundo, siempre va a estar en aumento pero no al nivel de hoy en día. Cuando se equipen todos los nuevos usuarios la demanda bajará”, asegura Diego Nitzsche, de la empresa que lleva su nombre.
Algo similar dicen desde Martin Bikes: “El ciclismo nunca dejó de crecer. Seguramente va a disminuir este incremento después de la pandemia, principalmente son esas personas que optaron por la bicicleta como un bien sustituto. Ojo, muchas seguramente también seguirán disfrutando de su bicicleta”.
Jaime Musztak es más prudente aún y a modo de ejemplo plantea que ahora estamos surfeando una ola, que pronto se irá y tendremos que ver cuánta agua deja y cuánta se lleva.
¿La industria nacional, sale a flote?
Hay opiniones diversas en el sector, para algunos este es el puntapié inicial y para otros, no hay muchas chances reales para un florecimiento, a pesar del boom de ventas. Quizás la perspectiva se defina según el color del cristal desde donde se la mira.
“Aca es importante definir a qué llamamos industria nacional, dice Miguel Andrés López de Martín Bikes. Las marcas nacionales de bicicletas son ensambladoras, no hay fabricación de la totalidad de partes de la bicicleta ni nada parecido. Solo se producen algunas partes, pero conforman un porcentaje menor de la industria. Dicho esto, ambas “industrias” cuentan con los mismos problemas: una planificación que implica meses de espera y que all producirse este shock no puede responder rápidamente”. “Es importante ser realistas y contextualizar al concepto Industria en Argentina y sobre todo en el rubro de las bicicletas”, agrega.
Diego Nitzsche aporta su punto de vista: “En Argentina es un desafío constante colocar un buen producto y a buen precio pero se puede lograr. Por otro lado el producto nacional a veces está desvalorizado culturalmente por los consumidores, donde se tiene la idea de que un producto más industrializado es mejor, o costó más hacerlo. Por esto se espera a veces que lo nacional debe ser de menor calidad y más barato que algo importado. Creo que es una tendencia que se implantó en los 90, pero de a poco se está revirtiendo. Hoy en día hay mucho ingenio aplicado en las marcas nacionales de cuadros para ofrecer un buen producto con las limitaciones que existen acá. Esto es aplicable a productos de gama de entrada o recreativos, en gamas altas o deportivas no creo que se desarrolle tanto la industria”.
Jaime Musztak de 10x, también es prudente a la hora de hablar del futuro de la producción local: “Los altos costos laborales, e incertidumbre a la hora de importar, hacen que el ensamble local de bicicletas a escala, sea una actividad de alto riesgo. Ojalá se puedan implementar políticas de largo plazo para este tipo de empresas, y seguramente se verá reflejado en más unidades ensambladas localmente”.
Cicloturismo: una travesía entre San Vicente y Chascomús por caminos rurales
Nadie, aún los más avezados players del sector, tienen la bola de cristal para conocer el futuro a ciencia cierta, o acaso alguien hubiese imaginado triplicar las ventas del año pasado en apenas seis meses. El público se volcó masivamente a las bicicletas y al disfrute del aire libre tanto en las ciudades como las travesías y el mountain bike, y bienvenido sea!
Desde la industria del sector, ya saben de memoria que así es Argentina y hay que aprovechar el viento de cola mientras dure, o antes de que a algún cráneo se le ocurra poner un impuesto especial a las bicicletas (perdón por la idea).
Mientras tanto, de uno y otro lado del mostrador (o mejor dicho del volante), como diría Fito Páez, a rodar y a rodar mi vida…
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