Son las personas, no los objetos.
Rosario es sin dudas una de nuestras ciudades más importantes y queridas. Y es también la que en los últimos años ostenta algunos récords que seguramente preferiría no tener. Sin embargo sus medios periodísticos son de los que más se esfuerzan por batir otro récord: el de cometer errores a la hora de hablar de armas. Por Guillermo Muttoni
Hace pocos días uno de los medios más importantes de la ciudad santafesina presentó online un amplio informe especial titulado El mapa de la violencia en Rosario. Y lo que no podemos dejar de destacar es que sin dudas, es muy “especial”. A nadie le sorprenderá a esta altura que puedan manipularse datos arbitrariamente, pero lo que llama poderosamente la atención es que se haga de una manera tan burda.
Las distintas notas van recorriendo diferentes temáticas clave: delincuencia, criminalidad, connivencia con fuerzas de seguridad y la justicia, el apogeo de Los Monos (con nombres y fotos de sus Capos), drogas, sicarios y, claro, armas.
“La violencia, abonada por el mercado de las armas de fuego” es una nota en la cual la bajada indica que “la alta proporción de homicidios es posible a partir de un parque de armas legal con poco control y en ámbitos donde no es infrecuente el uso de ametralladoras”. Sin embargo en el desarrollo de la nota realiza una serie de aseveraciones que nada tiene que ver con el parque legal de armas en poder de los legítimos usuarios que como todos sabemos están hipercontrolados por todos los organismos habidos y por haber. Sin antecedentes judiciales, con medios de vida lícitos, idóneos en el manejo de armas y sin observaciones médicas, están lejos de ser los responsables de que en “Rosario casi ocho de diez asesinatos se cometan con armas de fuego”.
Después señala que “el dato es revelador de una afluencia enorme de armas que está en poder de la sociedad civil”. Pero más abajo asegura que “Hay una situación recurrente en incidentes de flagrancia, que son los que implican intervención policial directa, donde en casos de robo calificado por uso de arma la policía detiene a la persona pero no presenta el arma. Esas armas van a un mercado negro”.
¿Entonces, de quién es la responsabilidad?
Ya lo dijo el fallecido Presidente Néstor Kirchner al presentar el programa de entrega voluntaria de armas: el gran proveedor de armas del mercado negro son las fuerzas de seguridad.
Para colmo de males, Marcelo Saín, el propio Ministro de Seguridad de la provincia, dijo: “En Santa Fe no se sabe cuántas armas tiene el Estado. Más difícilmente podremos controlar el mercado ilegal de armas si ni siquiera conocemos la disponibilidad de armas propias”.
Luego continúan con frases como que no existen referencias sostenidas en bases de datos o con el cálculo improbable de que por cada arma legal hay una ilegal. Así, llegan a la “conclusión” de que en la provincia hay 150.000 armas en manos de la delincuencia. ¡Una genialidad!
Mitos sobre el control de armas. El último libro de John Lott. El autor de “More Guns, Less Crime (más armas menos crimen)” explica en este nuevo libro cómo los políticos, los medios de comunicación y los “estudios” fallidos han torcido los hechos sobre el control de armas
Ya que cualquiera arroja hipótesis al azar, hagamos la nuestra: suponiendo que cada delincuente posea dos armas (cosa improbable), podríamos aducir que hay 75.000 delincuentes en la provincia. Pensando en que en promedio pudieran cometer un delito día por medio (todos merecen un descanso), supondría que en la provincia habría 1.125.000 delitos por mes y 13.500.000 por año, sólo cometidos con armas de fuego. Esto equivale a que cada habitante de la provincia de Santa Fé es asaltado cuatro veces al año con armas de fuego, todos los años. Sin palabras…
Luego la nota pone en boca de fiscales a quienes no identifica, que “se verifican relaciones muy laxas entre las fábricas proveedoras de armas (se refiere a la Fábrica Militar de Armas de Fray Luis Beltrán), y armerías con problemas de trazabilidad”. Esto también es inaceptable. El organismo de control, desde 2012, sabe perfectamente las 24 horas del día de los 365 días del año qué armas tiene cada armería o fábrica de armas, a cada momento. Y los fiscales deberían saberlo: existe el SIGIMAC.
Pero como siempre, una vez más, el problema pareciera ser el mercado legal de armas de fuego. ¿De verdad alguien puede creer eso?
Mientras tanto, al mismo tiempo y en otro lugar de Ciudad Gótica, como decía la vieja serie de Batman, Patricio Serjal, el ex Jefe de los fiscales rosarinos, quedó detenido por corrupción y connivencia con Los Monos.
Claramente son las personas y no los objetos.
No más palabras Señor Juez…
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Mario A. Boglione
Muy buen Artículo. Solo aclararía que ANTES QUE EXISTIERA EL SIGIMAC ya el RENAR y los REPAR (hasta mediados de 1994) sabían donde estaban las armas porque las Fábricas de Armas y las Armerías informaban por medio de los Partes Trimestrales al Organismo correspondiente.
Puse, en la parte digital del Diario La Capital, que es el que lo sacó, este comentario:
“Me parece que no tienen idea de donde proviene la mayoría de las armas ilegales que hay en circulación.
La mayoría son Armas de Uso Civil, que hasta 1994 se registraban en los Registros Provinciales de Armas, y que en Rosario se llamaba CREAR (Control Regional de Armas). Este Registro funcionaba bien, pero cuando se modificó la ley 20.429 por medio de la 24.492, lo que llevó a que TODAS LAS ARMAS DE USO CIVIL SE TUVIERAN QUE REGISTRAR EN EL RENAR, y no solamente las de Uso Civil Condicional, como era originalmente, HUBO QUE HACER UN REMPADRONAMIENTO OBLIGATORIO y después HUBO QUE VOLVER A REGISTRAR LAS ARMAS DE USO CIVIL (que estaban registradas aca) en el RENAR. ESO AUMENTÓ LOS COSTOS, en la época del 1 a 1 , de $ 16,50 a $ 10.- (remadronamiento) + $ 75.- (Credencial de Legítimo Usuario y registro de 1 arma y una Tarjeta de Consumo de Munición. O sea, QUINTUPLICARON EL COSTO DEL REGISTRO (que ya estaba hecho) E INCREMENTARON LOS TRÁMITES, YA QUE HABÍA QUE PRESENTAR MEDIOS DE VIDA LÍCITOS, INEXISTENCIA DE ANTECEDENTES PENALES (Nacional) y algunas otras cosas, y HABÍA QUE HACERLO EN BUENOS AIRES. El CREAR los mandaba a Santa Fe, de ahí a Buenos Aires, volvían a Santa Fe y de ahí los mandaban aca. SE PERDIERON MUCHOS TRÁMITES, así que mucha gente optaba por hacerlos con un Gestor, al final salía mas barato.”
“Pero como digo, era el 1 a 1 y había armas de uso civil, que la gente tenía por seguridad en sus casas que valían, nuevas, menos de $ 100.- Y MUCHA, MUCHÍSIMA GENTE NI LAS REMPADRONO NI LAS VOLVIÓ A INSCRIBIR”.
ESE ES EL GRUESO DE LAS ARMAS DE USO CIVIL QUE ESTÁN EN NEGRO, EN LA ILEGALIDAD, PERO QUE ANTES ESTABAN REGISTRADAS, porque las Fábricas INFORMABAN sobre las armas vendidas a las Armerías, y estas, a su vez, informaban al CREAR, por medio de Partes Trimestrales, sobre las armas vendidas y a quién se habían vendido, acompañando un formulario con todos los datos de cada arma y del comprador, firmado por este y con la IMPRESIÓN DIGITOPULGAR DERECHO para ratificarlo.”
“El cambio de la Ley 20429 implicó la PERDIDA DE LA SOBERANÍA PROVINCIAL SOBRE EL CONTROL DE ARMAS DE USO CIVIL. NO VÍ QUE NINGÚN DIPUTADO O SENADOR PROVINCIAL, NI DE ESTA PROVINCIA NI DE OTRAS, SE OPUSIERA … MENEM LO HIZO”.
“LLEVÓ AL CIERRE DE CASI TODAS LAS FÁBRICAS DE ARMAS DEL PAÍS Y DE CIENTOS DE ARMERÍAS Y MILLONES DE ARMAS QUEDARON EN LA ILEGALIDAD.”
Horacio
Así es, Menem lo hizo para recaudar y después el gobierno por incompetentes.